Nueva Reforma Laboral:
otra vuelta de tuerca
Cuando se dejan los sindicatos rodar por la pendiente de la sumisión a las condiciones
de la patronal y la subordinación de los intereses de los asalariados, pensionistas y
parados a los del gran capital, cabe el temor de que terminen no sabiendo, no pudiendo
o no queriendo frenar, y que a cada claudicación y retroceso sigan otros.
Este párrafo pertenece a un artículo que publicábamos en el número 51, de enero de
1988, de este boletín, en el que criticábamos la actitud excesivamente sumisa de los
sindicatos a la hora de llegar a acuerdos con la patronal y el Gobierno. En aquella fecha
estaban aún cercanos el Pacto de Toledo y el Acuerdo para la Reforma Laboral, que
supusieron una enorme merma de los derechos laborales y deterioro de la situación
social de los trabajadores. Nos preocupaba la realidad de que cada cesión en esos
terrenos era un retroceso de las trincheras de resistencia a otras posiciones más desventa-
josas donde seguirían siendo atacadas por la ofensiva neoliberal del capitalismo. Es
decir, cada nuevo retroceso, por no ser capaces de articular la lucha necesaria, es
solamente una invitación a nuestros enemigos de clase para seguir despojándonos, y la
lucha que no quisimos o no supimos hacer en su momento se hace más necesaria
después y además estaremos en peores condiciones para emprenderla.
Lo que nos temíamos ha ocurrido. Las claudicaciones de hace unos años (y en nuestras
bricas de ACERALIA las hubo muy importantes también muy recientemente) sólo
sirvieron para animar al capitalismo a plantear ahora nuevas exigencias. Plantean la
necesidad de una nueva Reforma Laboral, en la que se inciuiría el abaratamiento del
despido, dejando las indemnizaciones en tan sólo 20 ó 22 días por año,
y
se pretende
que desaparezca el concepto de despido improcedente, es decir, que cualquier tipo
de despido sea considerado como procedente También se quiere liberar de más trabas
el ejercicio de la movilidad laboral. Esas y otras medidas del mismo paquete que nos
quieren endosar vendría a constituir otro agravamiento de la precaria situación de los
asalariados. Otro más de una larga serie que nos van metiendo poco a poco para que
seas fácil de digerir.
La cuestión que debe plantearse la clase trabajadora y los sindicatos y partidos que la
representan (entre los que nos encontramos) es si se va a seguir cediendo incesantemente
o se emprende ya una lucha que se va demostrando inevitable. Comisiones Obreras
Número 86 Año VIII Diciembre 2000
Órgano de expresión de la Agrupación de ACERALIA del Partido Comunista de Asturias
plantea algún tipo de resistencia contra esa nueva Reforma Laboral. Por supuesto,
apoyamos su convocatoria de una manifestación en nuestra región para el día 13 de este
mes, y pensamos que deberían adherirse a la misma otros sindicatos y movimientos
sociales.
Pero pensamos también que una manifestación, por masiva que sea, es un pobre recurso
de lucha y resistencia. Sc queda en un mero cumplimiento de trámite o una acción
testimonial si no se inscribe en un proceso de concienciación social sobre esta
problemática y una estrategia de lucha a realizar de manera continuada y a largo plazo.
Lo menos que puede decirse es que falta desde hace bastantes años una estrategia de
ese tipo.